Cita:Una vez estrenada The Cocoanuts, los hermanos Marx se replantean el hacer otra película. Han cosechado un gran éxito, sí. Han recibido buenas críticas, sí. Han ganado mucho dinero, sí. Pero se muestran renqueantes.
Tienen éxito en Broadway, y a pesar del contrato firmado con Paramount, prefieren tomárselo con calma. Al menos hasta dos sucesos que les marcarán de por vida. Primero, Minnie Marx, la madre de los hermanos, muere a los 63 años de edad.
El objetivo de su vida, ver a sus hijos alcanzando el éxito que ella siempre deseó para ellos, y para ella misma, se había cumplido. Moría en paz, aunque dejando devastados a sus hijos. Por otro lado, apenas un mes después, se produce otro hecho relevante, el crack del 29.
Los Marx habían ganado una buena suma de dinero con el paso de los años, y como la gran mayoría de las personas con capital, lo habían invertido en numerosas acciones en Wall Street. El jueves negro, los hermanos pasaron de ser millonarios a indigentes, en palabras del propio Groucho. Esto fue ciertamente determinante para que los hermanos se pusieran manos a la obra la segunda de sus, finalmente, cinco películas con la Paramount.
Decidieron para ello, adaptar nuevamente uno de sus éxitos de Broadway, Animal Crackers, y esto se nota tanto en el argumento como en la producción. Apenas unos pocos escenarios en los que transcurre toda la acción pero que no conlleva perjuicio alguna en la historia. Somos conscientes en todo momento que se trata de la adaptación de una obra, pero al contrario que en The Cocoanuts, presenta un mejor ritmo. Esto quizás sea debido a la buena labor de Victor Heerman en la silla del director, cuya tarea de dar sentido a un sin fin de alocadas y anárquicas situaciones es digna de mención. Y digo anárquicas porque sin duda alguna es el mejor adjetivo para describir las distintas situaciones que se recrean a lo largo de esta, y todas las películas de los Marx.
Nuevamante el argumento parece secundario para dar pie a las gansadas de los protagonistas, mas todo lo contrario. En esta cinta nos introducimos en el arquetipo de fiesta de la alta sociedad con unos personajes nada acostumbrados a ellas, ni ellas a ellos, para realizar una crítica social notable (más teniendo en cuenta que la cinta se estrenó en plena depresión).
Como curiosidad, a mediados de los 70, un grupo de estudiantes de la universidad de UCLA trataron de visionar una antigua copia de la película pero debido a la pésima calidad de esta, y del resto de copias existentes, tuvieron que abortar el plan. Contactaron con la Universal (la cual poseía los derechos de clásicos de la Paramount, entre ellos Animal Crackers) para que volvieran a estrenarla. Ante la negativa de estos, los estudiantes acudieron a Groucho Marx, quien les brindó todo su apoyo, con lo que consiguieron una gran cobertura nacional.
Debido a la presión, la Universal reculó y re-estreno la película. Groucho acudió a dicho estreno, en el cual fue aplaudido y vitoreado por todos los espectadores. Fue un gran éxito de audiencia durante los meses que proyectaron la película.
Veinte años después se encontró un fragmento de apenas 15 segundos a color perteneciente a un ensayo en el que vemos a Harpo frente a Margaret Dumont. Lo más destacable de esto, además del propio color, es Harpo, ya que no va ni con su típica indumentaria, ni su conocida peluca roja.