Los cortos de la serie tienen un planteamiento muy sencillo: el Correcaminos, un pájaro velocísimo (basado en un animal real, el ave Geococcyx californianus, en inglés “greater roadrunner”) es perseguido por las carreteras del desierto del sudoeste de Estados Unidos por el hambriento Wile E. Coyote (Conocido simplemente como "El Coyote" o, en México, "Rufo Coyote", basado también en al animal real del mismo nombre, Canis latrans). A pesar de sus numerosas e ingeniosas tentativas, el Coyote no consigue nunca capturar o matar al Correcaminos. Muy al contrario, todas sus elaboradas tácticas terminan por perjudicarlo a él, convertido en la víctima de la exageradísima (e inocua) violencia de la serie, al comprar armamentos, trampas y herramientas de la marca ACME para aniquilar al Correcaminos.
Los personajes son mudos, si se exceptúa el sonido característico del Correcaminos (bib-bip), una especie de bocinazo que tiene la propiedad de alterar los nervios del Coyote, o el ruido que el ave hace al sacar la lengua. Sin embargo, los personajes se comunican entre sí mediante letreros, que también usan para romper la cuarta pared y dirigirse al público.
Curiosamente, es el Coyote el personaje que despierta las simpatías de la audiencia, a pesar de ser siempre el agresor, a causa de sus continuamente inútiles esfuerzos por capturar al Correcaminos. Éste carece prácticamente de personalidad, siendo más bien el objeto inalcanzable del deseo del Coyote que un personaje propiamente dicho.
El Coyote apareció más tarde en algunos cortometrajes de Bugs Bunny, así como también en los dibujos de Little Beeper presentado en Tiny Toon Adventures. En ellos, traicionando el espíritu de la serie original, el Coyote puede hablar. En los cortos de Bugs Bunny, se denota como un “súper genio” (Operation: Rabbit, 1952; donde habló por primera vez, y su primera aparición en donde es llamado “Wile E. Coyote”); en otro dibujo él proclama tener un Cociente Intelectual de 207 (Zip Zip Hooray!, 1965).